CICLO: INTOLERANCIA

MANDERLAY - Jueves 18 de septiembre

Dirección y guión: Lars von Trier.
Países: Dinamarca, Suecia, Reino Unido, Francia, Alemania y Holanda.
Año: 2005.
Duración: 139 min.
Género: Drama.
Fotografía: Anthony Dod Mantle.
Dirección artística: Peter Grant.

Manderlay es la segunda película de la trilogía Estados Unidos: tierra de oportunidades del director danés Lars von Trier. En esta serie de películas, von Trier intenta realzar los vicios más sobresalientes de la sociedad gringa, que al parecer han creado y transformado la psique colectiva de los habitantes de la tierra de las oportunidades, sin que ellos mismos sean concientes de esto. Aunque de manera general los temas tratados forman parte de los defectos de la sociedad globalizada, teniendo a la cultura gringa como la pionera. En esta película se trata de profundizar acerca de las raíces del racismo en los EUA. Se plantea cómo por causas aparentemente humanitarias, una persona bien intencionada puede llegar a empeorar un problema, debido a que nunca entendió cuál era el problema.

Siguiendo la historia de Grace, quien viene de Dogville, aquel pueblo donde sufrió múltiples abusos por parte de los habitantes, ahora la hija del mafioso intenta inocentemente luchar por la libertad de un pueblo con esclavos afroamericanos. Ella se siente culpable por los maltratos y perjucios ocasionados a los negros y al parecer trata de enmendar los errores de su sociedad blanca, tomando ella misma las riendas del pueblo. Sin embargo, algo que olvida como muchas personas, es que aquellos negros que han estado sometidos a vejaciones durante varios siglos, también han desarrollado una cultura propia y son capaces de tomar decisiones por ellos mismos, curiosamente como cualquier otro grupo étnico lo hace. De nuevo, el origen del mal es la separación, los blancos antes de ver una persona ven a un negro y después piensan si es una persona o no. Al parecer sólo hace falta un poco de razonamiento objetivo para comprender porqué la sociedad gringa ha degenerado en lo que conocemos actualmente, ya que Lars von Traer, quien ni siquiera a pisado los EU, ha logrado mostrar lo que muchos gringos ignoran de ellos mismos.

LA ÚLTIMA CENA - Jueves 25 de septiembre

Dirección: Gutierrez Alea.
País: Cuba
Año: 1977
Duración: 120 min
Argumento y guión: Colaboración con Tomás González, María Eugenia Haya, Constante Diego.
Fotografía: Mario García Joya.
Montaje: Nelson Rodríguez.
Música: Leo Brouwer.
Sonido: Germinal Hernández.

En ocasiones el esclavista tiene aires de benefactor y el esclavo de favorecido, es así como se concibió durante mucho tiempo el esclavismo en Cuba. A partir de esta premisa Tomás Gutiérrez plantea una trama en medio de la Cuba colonial, en el siglo XVIII la aristocracia cubana se concebía a si misma como patricia, aureolada por ejercer "un esclavismo benévolo", aparentemente menos cruel que el de otros países cercanos. Un conde se toma demasiado en serio ese predicado y sustituye a Cristo para "humillarse ante sus siervos" en una Semana Santa que le acarrea algunos quebraderos de cabeza y puso de estandarte las de los supuestos documentales apóstoles, escogidos entre la dotación de su plantación cañera.

“En la dialéctica del amo y el esclavo se resume tal vez el trascendental impacto de la película, sobre todo en el sentido en que Marx y Freud entendieron el mensaje hegeliano: no podemos esperar nada de la gracia de Dios ni de aquellos que ejercen el poder en nombre de Dios o de otros; la verdadera emancipación del hombre, ya sea física o espiritual, dependerá siempre de aquellos que han padecido y vencido cualquier forma de esclavitud. A juzgar por La última cena, de Gutiérrez Alea, la lección revolucionaria de Hegel no será olvidada en Cuba.”